El Cohousing, un proyecto de vida compartida que va tomando forma en nuestra ciudad
29/5/2021 | 10:07 |
Diego Montero y Mauro Andrés son las caras visibles de este plan que ya está a punto de concretarse en una quinta cercana a la ciudad. Costos, bases e ideas de una manera de vivir más amigable con el medio ambiente.
Laura Gregorietti
lgregorietti@lanueva.com
Para quienes todavía no manejan el concepto, Cohousing o Covivienda es el nombre de un tipo de vivienda colaborativa que intenta superar la alienación producida por la compartimentación de los barrios actuales en los que nadie conoce a sus vecinos y en los que no existe ningún sentido de la comunidad.
Se caracteriza por la existencia de casas privadas con su cocina propia, salón comedor, etc., junto con amplios espacios y facilidades comunes. El espacio común suele incluir una casa común con cocina, salón comedor y salas multiusos, diversas facilidades recreativas, biblioteca, talleres, zonas verdes, espacios para los niños, etc.
En nuestra ciudad, la tarea está a cargo de un equipo de personas, cada una con una tarea específica. Las caras visibles son dos: Diego Montero, contador público, apasionado por el cohousing e impulsor de QualityOfLife y Mauro Andrés, capacitador y coach, experto en inteligencia emocional y felicidad, profesor del curso “Claves de Felicidad, Amistad y Longevidad” que se dicta en la Universidad Tecnológica Nacional FRBB.
Diego Montero y Mauro Andrés
“Deseamos dar nuestro aporte para mejorar el mundo, por medio de un sistema que brinde más calidad de vida y que al replicarse colabore en el logro de ciudades, regiones y países con más armonía y felicidad”, destacó Diego Montero.
“El cohousing es una nueva forma de vida amigable, tanto con el medio ambiente como con la comunidad con la cual se convive. Es un poco recordar quiénes somos y para qué vinimos a este mundo, tiene en algún sentido un lado filosófico también. Y hoy la pandemia ha dejado en evidencia lo importante que son para nuestra felicidad los afectos personales, la cercanía, el contar con el apoyo cercano de otras personas. Somos seres sociales, no hay que olvidar eso”, agregó Mauro Andrés.
Según cuenta, “ninguno de nosotros hemos venido al mundo para competir, para luchar contra otros, para ganar algo haciendo que otros pierdan”.
“No es nuestra naturaleza, sino que es la cultura imperante y la enseñanza que recibimos la cual nos impone el modelo ganar-perder en contraste con el modelo ganar-ganar que aplicamos en los Cohousing. En estos espacios todos ganamos con los otros. Pero para esto, claro está, se requiere un largo proceso, un reaprendizaje”.
La historia es clave en este tipo de búsquedas: hay cientos de experiencias exitosas de Cohousing, adaptadas del proyecto que nació en Dinamarca en 1969 y cada una con sus particularidades, con sus normas creadas por sus mismos habitantes y con sus logros y procesos. Recibí los Newsletters de La Nueva sin costo
“Para que se entienda, el Cohousing es, a grandes razgos, un grupo de personas que se pone de acuerdo para diseñar el lugar donde quieren vivir, generalmente con jardines, huerta, espacios verdes y un lugar común de encuentro que en Argentina podríamos llamar el “quincho”, el SUM (Salón de Usos Múltiples), también llamado Club House, pero con mucha más vida, con un “afecto societatis” que lo convierte en un lugar de verdadero encuentro entre amigos”, contó Andrés.
Para diseñar ese lugar soñado primeramente sus habitantes invierten muchas horas conociéndose y generando amistad, buscando el lugar ideal, pensando alternativas y planificando lo que contendrá el lugar para que cubra todas sus expectativas.
Cada Cohousing tiene su propia personalidad, sus habitantes diseñan según su intereses priorizando los espacios comunes diseñados para compartir y encontrarse: salón de usos múltiples, comedor y cafetería, sala de juegos y/o cine, gimnasio, sala de yoga, piscina y spa, pasarelas y jardines al aire libre, y agregando servicios que pueden necesitar según sus edades como atención en salud, cocinero, acompañante terapéutico, servicio de limpieza, etc.
Proyectos en marcha
Actualmente, tienen 3 proyectos en diferentes etapas de avance, uno de cohousing intergeneracional a punto de concretarse en una quinta cercana a la ciudad.
Con algunos futuros vecinos
“Para ese proyecto estamos buscando las últimas 3 personas, ya que la normativa estipula una densidad máxima para espacios rurales de hasta 5 personas por hectárea. En el segundo proyecto, estamos buscando alternativas para una propietaria que vive sola en un terreno de 3000 m² en el barrio Los Muñecos que desea sumarse al cohousing. Para ello hemos contactado al propietario de un lote vecino que vive en el exterior y que podría sumar su espacio al proyecto. Una vez definida la participación de los actores se pedirá la prefactibilidad a la municipalidad. Un tema importante de mencionar es que las normativas vigentes, además de ser excesivas, no están pensadas para facilitar estas nuevas modalidades habitacionales, que además de ser ambientalmente sustentables, son socialmente sustentables e inclusivas. Cuando hablamos con otros Cohousing de España vemos que los ayuntamientos de la madre patria promueven el sistema de cohousing, algunos inclusive brindan terrenos públicos a muy bajo costo. Ojalá esto también suceda en el futuro en Argentina”, dijo Montero.
Un tercer proyecto, todavía embrionario, es un cohousing en un campo de Sierra de la Ventana.
“Los costos, obviamente dependen de cada proyecto. En el proyecto intergeneracional el costo inicial es de 25 mil dólares (aprox.) por participante, la mitad para la compra del terreno (quinta de 6 hectáreas con costa de arroyo) y otra mitad para la construcción de las instalaciones comunes: forestación, piscina, club house, etc. El costo de la vivienda depende de las características y terminaciones que se decidan. Para tener una idea podemos dar un valor aproximado de entre 45 y 50 mil dólares para una casa de entre 60 y 70m2”, describieron.
La sustentabilidad es uno de los pilares de Cohousing, teniendo en cuenta que la idea es provocar el menor impacto en el medio ambiente.
“De esta manera incorporaremos todos los sistemas ya probados y de costo razonable en la industria como termotanques y paneles solares, la incorporación de biodigestores, el reciclado de agua de lluvia para uso domiciliario y para el riego, son algunos de los tantas directivas que damos al arquitecto y al paisajista quién también hace su aporte cuidando la vegetación autóctona y brindando su conocimiento en esta área”, destacó Andrés.
La realización de compost con los residuos orgánicos y el mantenimiento de una huerta también son espacios importantes a contemplar dentro del diseño. El contacto con la naturaleza, la caminata por los jardines y las actividades al aire libre son fundamentales, pero más aún es generar un ambiente de cordialidad y afecto que está comprobado reducen el nivel de estrés y prolongan las esperanza de vida de las personas.
Quienes deseen mayor información, podrán contactar a Diego Montero al 2914265700 o a Mauro Andres, al 2915011021. Web: http://qol.com.ar/
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